El Padre José M. Delgado Varela

dedicó su vida a la conversión espiritual de reos, a darles fortaleza y consuelo.

Escuela de María

"Queridos hijos:

Con alegría hijitos, invito a todos los que han respondido a mi llamada: sed, alegría y paz.”

– Mensaje de La Virgen de Medjugorje

Escuela de María

Mensajes de Dios

Para tu vida

 

Escuela de María

Padre JOSÉ MARÍA DELGADO VARELA

José María Delgado Varela nace el 12 de enero de 1917 en Santiago de Compostela (España). En el año 1929, 17 de octubre, ingresa en la Orden Mercedaria, Presbiterado: 1942. Cursa Estudios de Teología en las Universidades de Salamanca (España) y Gregoriana (Roma): Licenciatura y Doctorado, respectivamente.
El 4 de enero de 1956 recibe en la Orden Mercedaria el grado de maestro en Teología. Ha sido superior de la Casa de Estudios (Madrid) y miembro activo de la “Sociedad Mariológica Española” y la de “Academia Mariana Internacional” (Roma).

Se ejercita como Profesor del Seminario Mayor de Poio (Pontevedra, España). Colaborador habitual de la Revista ESTUDIOS y otras Publicaciones Teológicas, con el intento de establecer un Sistema Teológico, fundado en una nueva Filosofía que llama “Correlacionismo”, sobre lo cual ha publicado no pocos trabajos.

Padre JOSÉ MARÍA DELGADO VARELA

Llega a Guatemala el 3 de diciembre de 1969. Se desempeña como Profesor de las Universidades Rafael Landívar y Francisco Marroquín Capellán de Cárceles desde 1970 hasta la fecha.

Se le concede el honor de la imposición de la AGUSTA GRUZ PROECCLESIA ET PONTIFICI otorgada por Su Santidad Juan Pablo II el 17 de octubre de 1984, fecha en que cumplía 55 años de ingresar en la Orden Mercedaria, en reconocimiento a la labor penitenciaria y teológica.

Desde el año 1974 se adhiere a la corriente espiritual llamada RENOVACIÓN CARISMÁTICA CATÓLICA. Funda el Grupo Belén, que comienza a sesionar el primer domingo de octubre de 1974 hasta hoy.

Se adquieren los inmuebles conocidos como “CASA DE ORACIÓN”, 13 calle, 12 Avenida Zona 1 y “Nazaret” Casa de Retiro, en la urbanización Ciudad San Cristóbal, Sector “Granjas”.

Falleció el 17 de febrero de 2016.

Historia de nuestra
Señora de la Merced

 

LA SANTÍSIMA VIRGEN Y SAN PEDRO NOLASCO

El significado del título «Merced» es ante todo «misericordia». La Virgen es misericordiosa y también lo deben ser sus hijos.

Esto significa que recurrimos a ella ante todo con el deseo de asemejarnos a Jesús misericordioso. Eran tiempos en que los musulmanes saqueaban las costas y llevaban a los cristianos como esclavos a África.

La horrenda condición de estas víctimas era indescriptible. Muchos perdían la fe pensando que Dios les había abandonado. 

San Pedro Nolasco

Pedro Nolasco era comerciante. Decidió dedicar su fortuna a la liberación del mayor número posible de esclavos. Recordaba la frase del evangelio: «No almacenéis vuestra fortuna en esta tierra donde los ladrones la roban y la polilla la devora y el moho la corroe. Almacenad en el cielo, donde no hay ladrones que roben, ni polilla que devore ni óxido que las dañe» (Mt 6,20).

Año 1203. El laico, Pedro Nolasco inicia en Valencia la redención de cautivos, redimiendo con su propio patrimonio a 300 cautivos. Forma un grupo dispuesto a poner en común sus bienes y organiza expediciones para negociar redenciones. Su condición de comerciantes les facilita la obra. Comerciaban para rescatar esclavos. Cuando se les acabó el dinero forman cofradías-para recaudar la «limosna para los cautivos». Pero llega un momento en que la ayuda se agota y Pedro Nolasco se plantea entrar en alguna orden religiosa o retirarse al desierto. Entra en una etapa de reflexión y oración profunda.

RESPUESTA DE LA VIRGEN MARIA

Pedro Nolasco pide a Dios ayuda y, como signo de la misericordia divina, le responde la Virgen que funde una congregación liberadora. La noche del 1 al 2 de agosto de 1218, la Virgen se les apareció a Pedro Nolasco, a Raimundo de Peñafort, y al rey Jaime I de Aragón, y les comunicó a cada uno su deseo de fundar una congregación para redimir cautivos. La Virgen María movió el corazón de Pedro Nolasco para formalizar el trabajo que el y sus compañeros estaban ya haciendo. La Virgen llama a Pedro Nolasco y le revela su deseo de ser liberadora a través de una orden dedicada a la liberación de los cautivos de los musulmanes, expuestos a perder la fe.

Nolasco le dice a María: ¿Quién eres tú, que a mí, un indigno siervo, pides que realice obra tan difícil, de tan gran caridad, que es grata Dios y meritoria para mi?

Virgen Maria

“Yo soy María, la que le dio la carne al Hijo de Dios, tomándola de mi sangre purísima, para reconciliación del género humano.

Soy la que recibió la profecía de Simeón, cuando ofrecí a mi Hijo en el templo: «Mira que este ha sido puesto para ruina y resurrección de muchos en Israel; ha sido puesto como signo de contradicción: y a ti misma una espada vendrá a atravesarte por el alma». Nolasco: ¡Oh Virgen María, madre de gracia, madre de misericordia! ¿Quién podrá creer que tú me mandas?

María: «No dudes en nada, porque es voluntad de Dios que se funde una orden de ese tipo en honor mío; será una orden cuyos hermanos y profesos, a imitación de mi hijo Jesucristo, estarán puestos para ruina y redención de muchos en Israel, es decir, entre los cristianos y serán signo de contradicción para muchos.»

UNA CONGREGACION LAICAL

Así fue en los primeros tiempos. Su primera ubicación fue el hospital de Santa Eulalia, junto al palacio real. en Barcelona. Allí recogían a indigentes y a cautivos que regresaban de tierras de moros y no tenían donde ir. Seguían la labor que ya antes hacían de crear conciencia sobre los cautivos y recaudar dinero para liberarlos. Salían cada año en expediciones redentoras. San Pedro continuó sus viajes personalmente en busca de esclavos cristianos. En Argelia, África, lo hicieron prisionero pero logró conseguir su libertad. Aprovechando sus dones de comerciante, organizó con éxito por muchas ciudades colectas para los esclavos.

MUERTE DE SAN PEDRO NOLASCO

Pedro Nolasco, a los 77 años, pronunció el Salmo 76: «Tú, oh Dios, haciendo maravillas, mostraste tu poder a los pueblos y con tu brazo has rescatado a los que estaban cautivos y esclavizados». y se durmió en el regazo de la Virgen. Su intercesión logró muchos milagros y fue canonizado en 1628. En el año 1696, el papa Inocencio XII extendió la fiesta de la Virgen de la Merced a toda la Iglesia, y fijó su fecha el 24 de septiembre.

Virgen y Señora nuestra de la Merced, a ti suplicamos que, mediante tu maternal intercesión ante tu hijo Jesucristo, nos alcances la verdadera libertad de los hijos de Dios y nos hagas libres de cualquier esclavitud, de modo que experimentemos en nosotros la alegría de la salvación. Amén

María, Merced de Dios, regalo de Cristo a los hombres. La Trinidad Santa te envió a Barcelona, mensajera de libertad y misericordia, para, por medio de Pedro Nolasco, mostrarte corredentora, mediadora, Madre de todos, ternura de Dios para los pobres.

Madre de la Merced, enséñanos a valorar nuestra fe cristiana, haznos capaces de amar con caridad mercedaria, conviértenos en portadores de paz. Que tus besos derritan la violencia que nos envuelve, hasta que recuperemos, en tu regazo materno, la ilusión de familia, transformado el mundo en un hogar.

Bendice esta ciudad tuya, que te proclama patrona y princesa y gusta, enamorada, de llamarte madre.

Virgen y Señora nuestra de la Merced